Más allá del algoritmo: el verdadero rostro del pueblo iraní

La realidad del pueblo iraní vs. el pueblo iraní en Instagram

Estamos en medio de una gran guerra híbrida. Una guerra que comienza con los medios de comunicación, el cine y las redes sociales, pasa por agencias de noticias y canales de televisión, y termina en la injerencia diplomática entre países. Es un diseño estratégico que, especialmente en las últimas dos décadas, ha intentado alejar al pueblo iraní de sus creencias religiosas y de su apoyo inquebrantable a la República Islámica de Irán.

Este movimiento multifacético comenzó con enormes apoyos financieros a canales de televisión antiiraníes, producciones cinematográficas que distorsionan la historia de forma descarada contra el pueblo iraní y su glorioso pasado. Continuó con amenazas constantes de altos funcionarios de Estados Unidos, el régimen sionista y Europa, así como con violaciones reiteradas de tratados internacionales, todo con el objetivo de preparar el terreno para una guerra militar contra Irán.

¿Podemos ignorar la distorsión histórica en películas como 300, Argo y muchas otras? ¿O pasar por alto las traiciones de Estados Unidos y Europa al acuerdo nuclear desde 2015? ¿O el apoyo financiero y de inteligencia de plataformas estadounidenses a medios antiiraníes que promueven la violencia y violan los principios del periodismo?

La República Islámica de Irán y su pueblo están en el centro de una gran guerra mediática y diplomática. Todo este esfuerzo busca romper el vínculo entre el pueblo iraní y su gobierno, y aislar sus creencias religiosas como la nación chiita más grande del mundo.

Pero, a pesar de las mentiras constantes de los medios hostiles, la relación entre el pueblo y el gobierno no solo no se ha debilitado, sino que las agresiones de Estados Unidos y Europa han fortalecido la unidad nacional y los sentimientos antiimperialistas y antiisraelíes.

A pesar de millones de dólares invertidos, las creencias religiosas del pueblo iraní no han disminuido, sino que han crecido notablemente. Hay ejemplos reales, aunque poco visibles en redes sociales, que lo demuestran: desde la creciente participación de jóvenes en rituales religiosos como la caminata de Arbaín y el retiro espiritual, hasta el éxito de programas como Mahfel, centrado en el Corán y que ha reunido a creyentes en Irán y otros países.

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